
Uno de los remanentes indiscutibles del COVID-19 es la necesidad de cuidado de ti misma y de tu círculo cercano. Quizás durante este último año y medio has realizado búsquedas en línea sobre cómo cuidar mejor la salud (tanto mental como física) de tu pareja, amigos o familiares cercanos, pero… ¿Qué pasa cuando la situación tiene que ver con la de interrumpir un embarazo?
Si realizas una búsqueda superficial del tema, seguramente encontrarás referencias a los dos procedimientos para realizar una ILE: el procedimiento quirúrgico o bien, mediante medicamentos, y puesto que la nueva normalidad sigue vigente a pesar de la aparente desaparición de la pandemia, nos enfocaremos en la toma de medicamentos, pues no requieren ser administrados en un lugar específico, ni que acudas a algún lugar determinado a recogerlos, pues algunos de ellos son enviados por mensajería.
La información sobre este tipo de tratamientos suele ser tabú o no estar al alcance de todos, sin embargo, desde Telefem dejamos en claro lo más importante: es un procedimiento médico común y normal. De hecho, estadísticamente se estima que una de cada cuatro mujeres tiene un aborto antes de los 45 años.1
Entonces, ¿qué pasa después de la interrupción de un embarazo?
Primero debes tener en cuenta que, así como sucede con lo relativo a la menstruación, la experiencia con este procedimiento suele ser un poco diferente en cada persona, pero para tu tranquilidad, dejamos un listado de los síntomas más comunes:
Después de interrumpir un embarazo que podrías experimentar:
- Sangrado transvaginal (moderado a severo)
- Dolor tipo cólico (moderado a severo)
- Expulsión de coágulos (pequeños a medianos)
- Escalofríos, fiebre, diarrea, náusea y vómito
- También es posible que presentes dolor de cabeza y mareo2
Lo ideal es tratar de permanecer cómoda durante todo el proceso. Contar con una manta, suave y cálida, puede hacer que el procedimiento sea un tanto más agradable.
También aconsejamos a nuestras usuarias mantenerse hidratadas. Recomendamos tomar té de jengibre, menta o manzanilla; utilizar bolsas de agua caliente o costales de semillas y estar acompañada de una persona de confianza.
Salud física… bienestar mental
Con el paso del tiempo, tu cuerpo se recuperará tras haber practicado el aborto, pero también debes estar atenta a los efectos psicológicos que podrían sobrevenir, pues ahí saldrán a relucir tu educación, formación familiar y preceptos o prejuicios que has acumulado a lo largo de tu vida.
Así que si sientes o atraviesan por tu cabeza alguno de los siguientes síntomas:
- Negación o incredulidad
- Confusión
- Oscilaciones en el estado de ánimo
- Tristeza y sensación de vacío
- Enfado o rabia
- Falta de energía
- Irritabilidad
- Sentimientos de incapacidad y afectación de la autoestima
- Desconexión de los propios sentimientos
- Aislamiento social
- Falta de líbido o disfunciones sexuales
- Miedo a la muerte
- Insomnio o pesadillas recurrentes
- Evitación de todo lo relacionado con bebés o, todo lo contrario, obsesión
- Problemas de pareja3
No dudes en buscar apoyo externo, lo importante es que te sientes segura, cobijada y si tienes pareja, encontrar en ella un soporte y aliento. Es importante que tomes el tiempo suficiente para hablar de la “pérdida” y que la integres progresivamente a tu experiencia vital. Para lograrlo, no debes evitar las emociones negativas, ni dar “carpetazo” al asunto, recuerda que estás atravesando un proceso y debes asimilarlo.
Quizá te ayude crear un conjunto de recuerdos o bien, un espacio significativo para el “no-nacido”. En última instancia, siempre podrás recibir la información adecuada, si fuera necesario en la psicoterapia breve o uniéndote a grupos de ayuda mutua con otras mujeres que han pasado por lo mismo.3
Cuidar de ti y de tu estado de ánimo es lo más importante durante este recorrido, asegúrate de tomar un tiempo para procesar y siempre validar tus emociones.
Nosotras te escuchamos y solucionamos tus dudas, envíanos un mensaje por Whatsapp.