
Todo comienza desde la educación sexual
Resulta sorprendente saber que existe un gran desconocimiento y una amplia dificultad de acceso a la información sencilla e ilustrativa que nos deje claro desde el principio cómo funcionan nuestros cuerpos y cuáles son las consecuencias de tener prácticas sexuales sin protección o de manera responsable.
Y es que todo comienza desde la educación sexual, pero debemos recordar que, a pesar de ello, somos un país muy conservador (en su mayoría) y con preceptos religiosos que influyen de forma negativa en la prevención de embarazo, el uso de anticonceptivos y el aborto, ya que en las escuelas esto fue obviado y selectivamente suprimido (al igual que el civismo…) desde hace algunos años, al menos, en la educación pública de millones de mexicanos.
México, pionero en todo, sobre todo en Latinoamérica
Aunque desde 1974 la educación sexual en México era parte de los planes y programas de educación básica, siendo un modelo de educación avanzado y pionero en toda Latinoamérica sobre los enfoques que el Estado debía ofrecer a sus ciudadanos, como muestra de su progreso, vino una oleada retrógrada que promovió en su momento la quema pública de libros de texto con información valiosa sobre sexualidad y planificación familiar. Temas como los cambios de la pubertad y la reproductividad humana se discutían desde el quinto año de primaria, mientras que en secundaria se abordaban los embarazos y las infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
A partir de 1982 el punto de vista se transformó ante la epidemia de VIH, sin embargo, la verdadera epidemia silenciosa fue la de embarazos en las adolescencias, en menores de 12 años, que, a pesar de los esfuerzos de las políticas públicas en la materia, han venido en aumento desde 1994.1
Los embarazos en niñas y mujeres adolescentes representan un serio problema de salud, pues no está garantizado el bienestar tanto biológico como social de la mujer y el recién nacido, lo que incrementa las posibilidades de muerte materna y se reducen drásticamente las oportunidades de una mejor calidad de vida de la población infantil y adolescente , esto aumenta la pobreza y sus consecuencias, entre ellas, la más negativa: los abortos clandestinos.1
A pesar de la Estrategia Nacional para la Prevención…
Según las cifras recabadas por la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, cada año ocurren en México 340 mil nacimientos en mujeres menores de 19 años, o desde otra perspectiva: “cada minuto nacen 4 niños en México”. Es más alarmante saber que 15% de los hombres y 33% de las mujeres declararon en dicha encuesta que no utilizaron ningún método anticonceptivo la primera vez que tuvieron sexo.2
Es por ello que urge dar seguimiento a la iniciativa que pretende reformar la Ley General de los Derecho de los Niños, Niñas y Adolescentes, que busca establecer mecanismos para el fomento a la educación sexual en los programas escolares, para que así conozcan su propio cuerpo y asuman valores y actitudes responsables relacionadas con la sexualidad, esto permitirá que respeten la identidad de los demás y la propia, no discriminen y procuren el buen trato entre los miembros de su comunidad.2
Lo complicado del asunto del embarazo infantil
Entre las mujeres de 15 a 19 años de todo el mundo, la segunda causa de muerte se debe a las complicaciones que ocurren durante el embarazo. Experimentarlo durante la adolescencia duplica el riesgo de muerte materna en menores de 19 años, mientras que el riesgo se cuadriplica en las menores de 15 años. Es un asunto de capital importancia considerar que la procreación prematura representa un alto riesgo tanto para las madres primerizas, como para los recién nacidos, pues cuanto más joven es la madre, mayor el riesgo para el bebé, que muy probablemente tendrá un bajo peso al nacer con los consiguientes efectos nocivos a largo plazo que implicará su alumbramiento.3
La postura de Telefem al respecto del embarazo en adolescentes
Ante este panorama poco alentador, Telefem asume una postura ética y proactiva al ofrecer contacto con un profesional de la salud, quien ofrece atención personalizada para un aborto seguro; al mismo tiempo, es importante que sean conscientes de los riesgos que representa continuar con su embarazo. Además, los profesionales de la salud con quienes Telefem conecta, ofrecen una asesoría al finalizar el proceso en donde dan a conocer diferentes opciones para continuar llevando una vida sexual con responsabilidad y mediante el uso de métodos anticonceptivos acordes con la edad y características de las usuarias, ya que el enfoque de atención es inclusivo y centrado en cada persona.
Si sabes de alguien que por cualquier razón se encuentra en esta situación, compártele esta información, es muy importante que conozca las alternativas y las opciones que tiene. Queremos cambiar las estadísticas, y que nuestro país ocupe los primeros lugares en prevención de embarazos no planeados, así como en la apertura de opciones que eviten que las niñas y las adolescentes se vean forzadas a ser madres a edades tempranas y que no puedan disfrutar de la vida según su madurez y desarrollo. En Telefem también tenemos la manera de apoyarlas en su camino y decisión, sin importar cuál sea.